El
Empedrao, Parroquia Santa Lucia, Maracaibo… Cuna de, entre
otros, Felipe Pirela; Luis Aparicio;
Wilson Álvarez; Enrique Gotera; Nélson Romero; Astolfo Romero; Diego Arria;
Luis Arias… Como también, de las dos esquinas más emblemáticas e icónicas
de Maracaibo La esquina de “La Sorpresa”
y la esquina de “A que Luis”
El Empedrao, barriada de arraigo, colorido y tradición, y quizá, la más antigua de Maracaibo, conjuntamente con la otrora barriada, El Saladillo
Barriada, de encuentro, de interminables tertulias, de sabrosas "caimaneras gaiteras" donde todos cantan, tocan el Cuatro, el Furro, la Tambora, la Charrasca... en fin, donde todos afloran sus inquietudes artísticas, y que, por muy mal que lo hagas, siempre serás aplaudido. Porque, de eso se trata... de pasarla bien, entre amigos. Donde, lo mismo es, el Abogado, el Médico, el Maestro, el Poeta, el Bardo, el Académico, que el Buhonero, el Taxista... Todos son iguales. La cordialidad, el respeto, la hermandad, es la normalidad
Al hablar de El
Empedrao, necesariamente, tenemos que hablar de las dos esquinas más
concurridas, de nuestra región Zuliana. Cada una, con sus propias historias,
sus espontáneos cronistas, sus cuentos y cuentacuentos, pero ambas esquinas,
con un mismo óleo trazado con pinceladas de… Costumbre y Tradición
La
esquina de “La Sorpresa” y la esquina de “A que Luis”,
entre ambas, conforman el “epicentro” del Empedrao,
conjuntamente con la Plazoleta de la
barriada y El Museo de La Gaita
Mejor conocida hoy, como “La Esquina de la Tradición”, negocio propiedad de Diego Arria, un Empedraero que nace el 09 de diciembre de 1945 y que, en sus
tiempos de adolescente incursionó como gaitero con el Conjunto “Los Diamantes de Santa Lucía”
El 26 de
septiembre de 1971 y por la cantidad de Bs. 17 Mil, Diego le
compra a Marcial Melean el local
ubicado en la esquina luciteña de Santa
Genoveva con Casanova donde ya funcionaba el Abasto “La Sorpresa”, se trataba de un pequeño local de unos 5,6
mts de ancho por 37 mts de largo, sin patio, de un solo cuarto de habitación,
un baño y el área dispuesta para el “negocio”
En sus inicios, el abasto perteneció al parroquiano Gabriel Ávila, abasto que, era solo
eso, un abasto que ofrecía a las amas de casa, a los parroquianos, lo necesario
en verduras para la cocina diaria, y una que otra guayacolita en las tardes
maracuchas para amainar el sofocante calor. Con el devenir de los tiempos, y
hasta hoy, solo quedó para ofrecer a los visitantes, las guayacolitas bien
frías al fragor de amenas tertulias, y de fondo musical, nuestras gaitas
zulianas
(Observación, la “IV estrofa” no pertenece a la composición
original hecha por Arcadio Martínez)
Poco tiempo después, Luis Arias decide mudarse, y lo hace a un local ubicado frente al Museo de la Gaita y diagonal a la Plazoleta de Santa Lucia, ahora, el negocio bajo el nombre de “A que Luis”
Sin dudas que El
Empedrao, como un todo, es una barriada pintoresca, dicharachera, lleno de
costumbres, de tradiciones, de gente humilde que, desde sus despertares, en
cada aurora, tienen el verso, la sonrisa, el chiste, a flor de piel. Es la
barriada donde todos, llevan la Gaita en la sangre, en el alma
Y esta, es mi brevísima historia sobre las esquinas que le dan vida a El Empedrao. Es, la historia pueblerina detrás de las historietas, de los improvisados cronistas, de los cuentos y de los cuentacuentos de siempre, es la breve historia sobre esas dos emblemáticas, icónicas y más concurridas esquinas del Zulia…
Lugares,
por excelencia… de gaitas, de encuentros y variopintas tertulias
Son
las historias de Mi Tierra del Sol Amada
De
mi Maracaibo florido, el Maracaibo de ayer, el de hoy…
El
Maracaibo de siempre
Pa´que
vos veáis
Son…
“Mis tertulias en un enlosao”
Edimundo
Balzán